La historia de Elena y Jose, empezó en el año 2006, cuando los dos empezaban la universidad. Elena iba a Cantoblanco y Jose a Ciudad Universitaria.

En la universidad, Elena conoció a una chica de Valdemoro que era amiga de Jose. Los tres iban juntos desde Atocha hasta Nuevos Ministerios, donde se separaban para ir cada uno a su respectiva universidad. Así pasaron el primer curso, coincidiendo solo 15 minutos cada día y, según me contaron, sin reparar el uno en el otro.

No fue hasta el inicio del segundo curso cuando empezaron a fijarse el uno en el otro. Por lo que decidieron quedar fuera del ambiente de Atocha.

El día de su boda no os podéis imaginar como llovió antes de que empezara la ceremonia.
Elena no hacia más que mirar a la calle y se preguntaba todo el rato «cuando iba a dejar de llover», y aunque en ese momento a todos nos costaba mucho creer que fuera a escampar, contra todo pronóstico justo antes de comenzar la ceremonia dejó de llover, dejándonos a nosotros como fotógrafos, una luz preciosa para una boda preciosa, y a sus protagonistas, el disfrutar de uno de los días más felices de su vida, como siempre habían soñado.

El resultado de ese día y de su felicidad es más que evidente en las fotos, y tengo que daros las gracias pareja por esa disposición y esa actitud tan increíble, así da gusto hacer fotos y con parejas así me volvería a casar una y mil veces junto a ellos.

Que seáis muy felices y no perdáis nunca esa maravillosa sonrisa.

 

Fotografía: Beatriz Tudanca y Antonio García